EL SENDERO
Secos los ojos,
alejado el llanto,
olvidado el rencor,
espero que a mi puerta llame
la suave mano de la misericordia,
abriendo el corazón
a la esperanza.
Volví los ojos
y miro hacia el camino,
sendero largo……..
que cruzé contigo en brazos,
sin peso, con ligero pié
por el corria,
y hoy que largo
y estrecho me parece
cuando yo vuelvo a cruzarlo.
¡Oh, Dios!, que desafio,
como es posible,
que mi ligero pié,
con tu peso yo cruzara
sin acusar cansancio.
Pero comprendo al fín:
llevaba conmigo una esperanza,
y hoy pesada carga
de desilusiones me acompaña.
Espero, que quizás pronto
la carga que yo lleve,
sea solo mi alma…..
Gloria Teiga Freijomil
(Grupo Poetico Bretema)