A MI NIÑA CELOSA
¡Oh!, dulce niña mía,
¿sientes celos acaso,
de que oigan mis cuentos
otras niñas?.
No los sientas paloma,
yo soy siempre tu madre,
¿tú no ves que son tuyos?,
ellas escuchan con ilusión,
pues sus mamás no tienen
como la tuya fantasía.
Deja que oigan mis cuentos
esas niñas.
Duérmete dulcemente,
no te los roba nadie,
esos cuentos son tuyos
niña mía.
Gloria Teiga Freijomil